Conocimiento y valores | "Trabajo 3"
Instrucciones
Identifíquense entre los acontecimientos sociales más recientes fenómenos relacionados con el menosprecio a/de los valores epistémicos. Por ejemplo, piénsese en el marco de la crisis del coronavirus. Hágase una descripción en un máximo de dos folios.
Entrevista, añadida a las instrucciones por un mensaje en la platafoma.
Discusión
El texto del artículo del profesor de esta asignatura es conciso y da una introducción a la vez sugerente de lo que trata este bloque temático: La indiferencia respecto a los valores epistémicos, encarnada en el concepto de postverdad, que nos va a servir de comodín para incluir todos aquellos fenómenos que de una forma u otra hacen uso de esta indiferencia con el fin de inhibir en la sociedad la debida reflexión acerca de los valores epistémicos, ya que niegan la mayor, es decir, postulan que la verdad no existe y debe ser superada.
Tal como se sugiere en la propuesta del profesor para este trabajo, trataremos la aplicación de técnicas negacionistas al tratamiento mediático de la pandemia de la COVID-19, más adelante. Pero antes vamos a tratar el negacionismo del cambio climático.
En una pieza del talk-show de John Oliver "Last week tonight" en la que repasaba el conflicto entre negacionistas y consenso científico, que usando herramientas con una función inicialmente cómica, el público general podrá separar el polvo de la paja, _por esta vez_ (digo por esta vez porque entiendo que el público general es muy influenciable ante discursos en apariencia elocuentes, y otro día pueden caer del otro lado...).
En esta pieza (https://www.youtube.com/watch?v=cjuGCJJUGsg) se pretende dar un peso "estadísticamente significativo" al consenso científico y a los negacionistas.
Bromas aparte, tengo la extraña sensación de caer en la cuenta que cuando uno ve a tertulianos en los medios generalistas (que son los que consume la mayoría de la gente) no se sabe de qué pie cojean a nos ser que uno haya estado haciendo un seguimiento estrecho de las intervenciones de esas personas y pueda discernir con criterio si tal o cual tertuliano es de fiar o no. No toda la gente habrá hecho estas averiguaciones, por supuesto. Con el fin de aclarar y dar a cada uno la imagen que se merece, se me ocurre que se puede promover un esquema como el siguiente:
- Crear una certificación de "tertuliano de fiar" emitida por algún organismo científico con buena reputación entre el público general, que sea monitorizada en el tiempo y sea renovable bajo ciertas condiciones (que costará cierto esfuerzo económico verificar periódicamente).
- Que los medios y sus periodistas compren el servicio de esta entidad de certificación a través de alguna clase de reconocimiento a los "tertulianos que sean de fiar". Por ejemplo, que no intervengan en sus medios más que personas reconocidas o certificadas.
- Que el público general compre calidad periodística reflejada en el mantenimiento de este esquema de certificación.
También es posible que a alguien antes que a mí se le haya ocurrido algo parecido, pero no parece haber tenido éxito entre el público generalista. Se me viene a la cabeza la plataforma Naukas, que está formada por personas científicas o al menos con una buena cultura científica, por lo general y que a mí me dan mucha confianza. Entre ellos no son pares porque cada uno se dedica a su propia disciplina, pero tienden a aglutinar a perfiles que "siguen las normas".
La postverdad aplicada al tratamiento mediático de la pandemia de la COVID-19
Durante todo lo que duró la fase aguda de la pandemia, se dio una proliferación de "pre-prints" como nunca antes, que aún no habían sido sometidos a revisión por pares, y muchos posiblemente nunca lo fueron finalmente (revisados).
En el contexto mediático en el que la opinión de alguien completamente lego en la materia (sin ninguna credencial salvo el aparecer como invitado de un programa de TV o como columnista de opinión camuflada de "sección de ciencia") puede valer tanto como el consenso científico, el terreno está abonado para que el negacionismo se propague como una mancha de aceite sobre el agua.
Algo parecido pasa con los antivacunas, que como consecuencia de la propagación de una visión interesada (ampliamente desmentida) de que las vacunas "causan autismo", un porcentaje bastante alto de la población aún no ha procesado la realidad de este "hecho" con el debido espíritu crítico incluso después de haber sido desmentido hace bastantes años. Los medios generalistas o bien son ignorantes o bien son directamente cómplices. Ninguna de estas opciones es alentadora de nada positivo.
Todas estas estrategias de influencia en el público general se vienen perfeccionando desde el momento en que la industria tabaquera estadounidense diseño y siguió el guión que sería después calcado para su uso en el negacionismo del cambio climático y más recientemente con las vacunas y después con la pandemia.
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